Según el Informe regional sobre
gestión integral del riesgo en Centroamérica (2013). En los últimos años, en la
región centroamericana se han venido realizando una serie de esfuerzos
orientados a la reducción de riesgos por medio de identificar las zonas geográficas
y sectores de mayor riesgo ante desastres que requieren de apoyo y recursos
para avanzar en la reducción de su vulnerabilidad, y priorizar las acciones de
preparación y respuesta necesarias para fortalecer las capacidades locales y
nacionales y enfrentar las posibles consecuencias de un desastre. Estos
esfuerzos han sido apoyados e impulsados por los proyectos y socios
participantes en los Planes de Acción del DIPECHO y de ECHO, en 4 países de
Centroamérica, elaborando los denominados documentos-país y un informe o
documento-regional que sintetiza los resultados de estos procesos.
Contexto de la Política Regional para la Gestión Integral del Riesgo de
Desastres
Según El Informe Regional sobre
gestión integral del riesgo en Centroamérica (2013) Centroamérica
es la subregión que manifestó los primeros avances en términos de
institucionalidad para el manejo de emergencias y Región del Riesgo de Desastres,
y su incorporación en los mecanismos e instancias de integración regional. Con
la creación del CEPREDENAC, en el año 1987, como organismo regional
perteneciente al SICA, Secretaría especializada cuya finalidad es promover y
coordinar procesos regionales de RRD, a través de la cooperación internacional
y el intercambio de información, lecciones aprendidas y asesoría técnica y
científica en materia de prevención, mitigación, preparación, respuesta,
rehabilitación y reconstrucción ante los efectos de los desastres. Integrado
además por representantes de instituciones intergubernamentales de atención de
emergencias y desastres, así como de los organismos técnicos-científicos de
Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Como
observadores participan además, representantes de Belice y de República
Dominicana. Este “nacimiento temprano” ha sido determinante en el actual
posicionamiento y liderazgo que Centroamérica tiene a través del CEPREDENAC y
sus instancias nacionales de éste, siendo reconocidos sus avances y logros en
materia de gestión de riesgos en América Latina y el Caribe. Centroamérica ha
tenido una historia que, en lo que respecta a este tema, ha estado fuertemente
marcada por el “Mitch” (1998), no sólo en cuanto a los daños y pérdidas que
provocó este huracán sino también porque fue motor e impulsor de cambios y
compromisos institucionales y políticos del más alto nivel. La dimensión de
“gran desastre subregional” que tuvo, obligó a los Gobernantes del istmo a que
se manifestaran y reconocieran la necesidad de “un compromiso centroamericano
integral e intersectorial, público y privado así como de la comunidad en
general” en pro de la RRD; compromiso que se materializó aprobando el Marco
Estratégico para la Reducción de las Vulnerabilidades y Desastres en
Centroamérica , que bajo una visión sistémica ha incorporado la gestión del
riesgo en múltiples iniciativas de política y gestión regional para el agua,
medio ambiente, agricultura, salud, educación, vivienda, obras públicas,
seguridad alimentaria, entre otros. En este contexto se diseñó el Plan Regional
de Reducción de Desastres, PRRD, como eje de operación del Marco Estratégico
antes citado, y bajo el cual se fueron concretando una serie de decisiones
políticas, adopción de instrumentos y mecanismos internacionales y regionales y
fortaleciendo las instituciones nacionales responsables de promover y coordinar
la reducción del riesgo.
Identificar, evaluar y vigilar los riesgos de desastre y potenciar la
alerta temprana
Según El Informe Regional sobre
gestión integral del riesgo en Centroamérica (2013). Los países de la región han
avanzado al ir elaborando estudios de riesgo en los distintos sectores a nivel
nacional. Se observa que en algunos casos se ha empezado a incluir en los
análisis de amenazas el concepto de vulnerabilidad, pero aún con diversidad de
enfoques. La falta de personal capacitado es un factor que se ha señalado como
influyente en la calidad de los análisis. Este proceso ha sido acompañado con
un aumento del monitoreo de los riesgos, así como la diversificación de SAT
para los distintos eventos naturales, trasladando capacidades y tecnologías a
los niveles locales. No obstante los avances observados, este proceso muestra
limitaciones de recursos financieros, de capacidad técnica y metodológica y
voluntad política, refiriéndose que en el último caso no se le está dando la
importancia necesaria. Estos progresos se están empezando a ver a nivel
regional. Se han firmado convenios de cooperación y de acción en distintas
áreas que permitirá tener una mejor perspectiva e información sobre el manejo
de amenazas y de experiencias que permitirán una mejor toma de decisiones.
Gestión de Riesgos de
Desastre
Según Celis, Rodríguez
& Caputo (2002) La incorporación de una hipótesis de riesgo supone la
existencia efectiva de una gestión de riesgos de desastre, que abarca tanto las
políticas y acciones de mitigación, diagnóstico, preparación y prevención de
desastres, que tienden a reducir la vulnerabilidad, como las estrategias de
atención en la emergencia o capacidad de respuesta a los impactos inmediatos de
un desastre, la rehabilitación y reconstrucción.
En este sentido la gestión
del riesgo supone no sólo la intervención del gobierno sino también la
interacción de distintos actores sociales públicos y privados que incorporen
las hipótesis de riesgo en sus modalidades de interacción con la sociedad
local.
El eslabón perdido de los
desastres: la prevención y la mitigación
La prevención y la
mitigación son previos a la ocurrencia de un eventual desastre y apuntan a
evitar o reducir la posibilidad de su ocurrencia y reducir la magnitud de su
consecuencia. Se relacionan con la reducción de la vulnerabilidad global de la
sociedad.
En general son las
actividades menos consideradas y visualizadas por los distintos actores
involucrados en la administración global de los desastres.
La prevención se refiere al
conjunto de actividades que buscan reducir o eliminar la incidencia de
elementos físicos potencialmente dañinos. La reforestación, la estabilización
de pendientes, el manejo integral de cuencas para reducir o evitar las
inundaciones o deslizamientos constituyen actividades de prevención. También
pueden incluirse ciertas obras de ingeniería, como diques, presas, etc.
El término mitigación
refiere a aquellas actividades que intentan reducir la vulnerabilidad de una
sociedad frente a los eventos físicos. Por actividades de mitigación debe
entenderse las modificaciones en la estructura de la sociedad y en sus
elementos constitutivos vinculados o relacionados con los tipos genéricos de
vulnerabilidad (ideológica, cultural, educativa, política, social, etc.,
Wilches–Chaux 1993).
En esta fase del proceso de
gestión de los desastres, se incluyen las actividades de tipo legislativo y
normativo relacionadas con el uso del suelo, normativas de construcción,
medidas de seguridad ciudadana, reglamentación de las técnicas de construcción
que ofrecen más seguridad frente a eventos tales como, por ejemplo, terremotos,
huracanes e inundaciones. En el campo de la agricultura deben considerarse
aspectos como la diversificación de los cultivos en áreas proclives a
inundaciones, sequías y otros desastres (plagas, biológico, etc.). Los
preparativos están muy relacionados con la futura gestión de la emergencia y
comprenden un subconjunto de actividades incluidas dentro de la mitigación.
Remiten a actividades que permiten ajustar la reacción de una sociedad antes o
después de la ocurrencia de un evento físico.
Los preparativos que son
previos al desastre, refieren a actividades tales como la capacitación y
organización de la sociedad y sus instituciones, por ejemplo, para facilitar el
proceso de evacuación a través de sistemas de alerta temprana. También apunta a
la existencia de una red institucional que pueda incluir comités locales y
regionales de emergencia con integrantes capacitados para objetivos claramente
especificados, la identificación previa de posibles albergues y fuentes de agua
potable, el establecimiento de procedimientos logísticos y de estrategias
previas, con el objetivo de afrontar el desastre de la manera más adecuada y
minimizar sus impactos.
Según Celis, Rodríguez & Caputo (2002)
describe la política de prevención y mitigación estaría asociada claramente a
la definición del fenómeno como recurrente. En este sentido, la gestión debería
impulsar tanto políticas estructurales (obras de ingeniería), como políticas no
estructurales de mitigación de riesgo, tales como:
Prevención: incluye el
manejo de sistemas de procesamiento de datos, de estimación de recursos y de
escenarios de riesgo, de generación de normas y controles, de costos y
cronogramas de actividades.
Disponibilidad y acceso a
la información: tienen un carácter estratégico en planificar el ambiente
socio-productivo; deben considerarse escalas temporales y espaciales
articulando, según el caso, distintos tiempos históricos y escalas geográficas
(local, regional).
Políticas públicas: deben
definirse intersectorial, interjurisdiccional, e interdisciplinariamente,
tratando de conciliar la sustentabilidad ambiental, la racionalidad técnica, la
voluntad política y la equidad social; incorporando mecanismos de participación
de los actores sociales en las distintas fases de las políticas, según
modalidades adecuadas a cada etapa de los procesos.
Relaciones institucionales
y jurisdiccionales: deben fortalecerse para una mejor gestión de los desastres.
Medidas
Preventivas Contra Sismos
COMO ACTUAR ANTES (Prevención)
- Las personas y sus familias deberán conocer con antelación las
áreas de seguridad tanto internas como externas en sus domicilios u
oficinas.
- Deben limpiar los bordes de sus techos de objetos contundentes
(macetas, maderas u otros).
- Realice una evaluación de la estructura de su casa u oficina.
- Señalizar las zonas de escape y de seguridad.
- Tener siempre a mano un pequeño botiquín, una linterna y un radio a
pilas.
- Tenga un pequeño stock de alimento enlatado con vencimiento vigente.
DURANTE
- Acudir a las zonas de seguridad ya establecidas.
- Manténgase alejado de vidrios y cornisas.
- En lo posible evite el pánico y trate de mantener la calma.
- No salir corriendo en zona de paso vehicular.
- Si está manejando detenga su vehículo.
- Si está en un edificio no utilice el ascensor, siempre la escalera.
- Estar atentos a menores de edad, minusválidos y personas de la
tercera edad.
DESPUÉS
- Recuerde que cuando ocurre un sismo de magnitud siempre hay
replicas.
- Apague el sistema eléctrico y de gas.
- Antes de reingresar a su domicilio u oficina evalué los daños en su
estructura.
- Colabore con las autoridades.
- Tenga siempre los números de emergencias a la mano.
- Siempre ser solidarios con las víctimas.
Los
fenómenos naturales no se pueden evitar, pero se puede prevenir y reducir. Tal
es el caso de las construcciones de viviendas, se construye en terrenos más sólidos
y utilizar materiales seguros, para evitar fallecimientos al momento de un sismo.
Los desafíos actuales y los futuros deben ser abordados con el fin
de reducir el riesgo de desastres por lo cual es importante, entre otros,
centrarse en enfrentar el cambio climático como uno de los factores que
incrementa la vulnerabilidad ambiental. Asumir el desafío de la reducción de
riesgo de desastres ante los efectos del cambio climático en el país requiere unir
los esfuerzos coordinados entre los diversos actores desde el nivel nacional lo
que permite aumentar las capacidades para diseñar e implementar políticas,
programas y medidas para aumentar y fortalecer la resiliencia de la población
ante la aceleración de la variabilidad climática y cambio climático, y lograr
un desarrollo sostenible y seguro.
Referencias Bibliográficas
Celis, A., Rodríguez, C., & Caputo Graciela (2002)
Convivir con el Riesgo o La Gestión del Riesgo. Centro de Estudios Sociales y
Ambientales. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/237638971
Informe regional sobre gestión integral del riesgo en Centroamérica
2013. Recuperado de
http://eird.org/pr14/cd/documentos/espanol/AmericaCentralHerramientasydocumentos/Informesregionalynacionales/Informe-Regional-version-web.pdf
Consejos
prácticos (s.f.) Recuperado de
http://www.paritarios.cl/consejos_medidas_preventivas_contra_sismos.html
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